¿Dónde colocar el aire acondicionado en un dormitorio?
Con la llegada de las altas temperaturas, conciliar el sueño puede resultar realmente complicado y la idea de instalar aire acondicionado en el dormitorio se presenta como una de las soluciones más eficaces para conseguir un descanso nocturno de calidad.
Son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de elegir el equipo que mejor se adapte a las necesidades y características de una habitación, pero también la ubicación del aparato tiene más importancia de la que pudiera parecer, porque de ese detalle va a depender en gran medida, tanto su eficiencia como tu comodidad y bienestar.
Si no tienes claro dónde colocar el aire acondicionado en un dormitorio, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para no equivocarte y poner el aire donde mejor va.
Claves para poner aire acondicionado en el dormitorio
Lograr la climatización óptima en el dormitorio, buscando la eficiencia energética y el máximo ahorro posible en la factura de la luz depende del tipo de aparato que elijas y también de dónde lo pongas.
Según tus necesidades y preferencias puedes optar por un aire acondicionado portátil si piensas utilizarlo no solo en el dormitorio sino en otras estancias, o bien por el sistema de splits, en el que debes tener en cuenta que tendrás que instalar no solo una unidad interior sino también una exterior.
A la hora de poner el Split sé práctico y piensa que no se trata de un elemento decorativo, sino de un equipo funcional que debe ubicarse donde dé el mejor rendimiento.
La unidad interior siempre debe colocarse a una altura determinada que optimice el proceso de convección térmica. El aire más caliente pesa menos que el frío y tiende a subir de tal modo que el aparato lo puede recoger, refrigerar y devolverlo a la estancia por su sistema impulsor, creando así esa corriente que va a conseguir refrescar el dormitorio.
Para que cumpla su función, el Split no puede estar pegado al techo. Debe guardar una distancia mínima de entre 10 y 20 centímetros (dependiendo de la altura de tus techos). Además, tiene que estar separado del primer plano horizontal con el que se encuentre, por ejemplo, una estantería, al menos 70 – 80 centímetros para evitar que el arie que expulsa acabe levantando posible polvo acumulado. En resumen, colócalo lo más alto posible, pero dejando un espacio mínimo respecto al techo.
Respecto a su ubicación en el conjunto de la estancia, lo ideal es ponerlo centrado para facilitar la distribución del aire por todo el espacio, en la pared más extensa y procurando alejarlo del sol directo, es decir, no demasiado cerca de una ventana.
Importante es también colocarlo en un punto donde el aire no dé directamente sobre la cama. Esa descarga directa de aire frío mientras duermes no es aconsejable para la salud. Situarlo sobre el cabecero puede ser una buena opción, pero comprueba que el equipo permite la expulsión del aire hacia adelante y no hacia abajo, directamente sobre tu cabeza y vías respiratorias. Buena idea es también ponerlo en una pared lateral o en la que da a los pies de la cama.
Además de la situación de la unidad interior, tiene importancia la correcta ubicación de la unidad exterior. Para que funcione sin problemas de refrigeración o excesiva condensación es necesario que, instalado en la fachada, quede unos metros por debajo del Split, en un lugar que resulte accesible para facilitar su mantenimiento y mínimamente protegido de las inclemencias meteorológicas, por ejemplo, bajo un saliente o cornisa. Cuanto más cortas sean las canalizaciones que la unen con la unidad interior, menos costosa y más eficiente resultará la instalación. Si la orientación de la vivienda lo permite, pon la unidad exterior en la fachada norte, la más fresca.
¿Dónde poner un aire acondicionado portátil en el dormitorio?
La mejor opción es la instalación de aire acondicionado por conductos ya que es el único que consigue repartir el aire de una manera homogénea por todo el dormitorio a través de las rejillas de ventilación que los instaladores colocarán. Sí es cierto que es una opción que requiere de una pequeña obra previa, ya que se instala en un falso techo, pero si tu habitación es muy calurosa, el aire acondicionado por conductos es sin duda la opción que recomendamos.
Si tu opción es un aire acondicionado portátil, lo que se conoce popularmente como pingüino, hay que distinguir entre los equipos que requieren estar cerca de una ventana, ya que cuentan con tubo extractor, o los que funcionan sin él y no requieren instalación alguna.
En ambos casos es importante que estos climatizadores estén colocados en una superficie perfectamente nivelada y en una zona del dormitorio despejada, es decir, lejos de muebles o cortinas. Tampoco es buena idea ponerlo en una esquina ni pegado a la pared, sino en un área intermedia teniendo en cuenta el espacio.
Si optas por un equipo de tubo, con salida por la ventana, las posibilidades de ubicación son limitadas pero lo ideal es que elijas uno de tubo corto y recto para que el aparato gane eficiencia.
Qué tener en cuenta al elegir el aire acondicionado para el dormitorio
Además de fijarte en dónde vas a poner el equipo, a la hora de elegir el que más te conviene, es esencial calcular las frigorías que necesita el aire acondicionado para que, realmente, pueda climatizar correctamente la habitación. En este sentido, calcula 100 frigorías por cada m2.
A la hora de ponerlo, observa también la distribución general de la casa, porque puede que te convenga un equipo multi Split, con una única unidad exterior y dos o tres interiores. Por ejemplo, si tu dormitorio está un piso superior, sobre el salón, podrías poner una unidad en cada estancia que compartan la exterior, con el ahorro de dinero que esta opción implica.
Por último, presta atención al nivel de ruido que emite el aire acondicionado que vas a poner en el dormitorio porque, en esta habitación, este detalle resulta especialmente importante. Mira además las opciones que permite: filtros que mejoran la calidad del aire mientras descansas, temporizador para que se apague de manera automática al alcanzar la temperatura idónea, o bomba de calor, para que tu aire acondicionado también sirva como calefacción en invierno.